En 1485, el viejo rey Mulay Hasán, el Muley -Hacén de los cristianos, abdica en su hermano y muere ese mismo año en el Castillo de Mondújar. Pasa sus últimos días encerrado en la torre más alta de esta fortaleza, desde la cual observaba las cumbres nevadas de SULAYR. Y fué así cómo concibió el deseo de ser enterrado en la cumbre más alta de esa montaña, lejos de los hombres , con la única compañía del cielo infinito.
Su amada Zoraya cumplió ese deseo, enterrándolo en lo más alto de Sierra Nevada, entre las nieves eternas, donde sólo reina el silencio. Desde entonces, el pico más alto de la Península Ibérica lleva el nombre de este rey, que renunció a su reino por amor y son muchas las búsquedas que de su tumba se han hecho, pero nunca ha sido hallada.
Los árabes la llamaron SULAYR, «La montaña del sol». Sierra Nevada alberga los picos más altos de la Península Ibérica: el Mulhacén y el Veleta. Tiene magníficos bosques de robles y castaños, lagunas, arroyos y prados de alta montaña, que contienen una enorme cantidad de flora y fauna endémica. Estas montañas fueron el refugio de los últimos colonos musulmanes de la Península Ibérica y el último hogar del sultán Muley-Hacén, cuyo último deseo fue ser enterrado cerca de las estrellas , en la montaña que lleva su nombre. Es la estación de esquí más al sur de Europa desde donde se puede ver el continente africano en un día claro, así como un lugar de moda que ofrece una amplia gama de actividades de ocio y cocina de calidad.